miércoles, 11 de noviembre de 2009


MARCOS LEGALES.

DECRETO 1290 SOBRE EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE Y
PROMOCIÓN DE LOS ESTUDIANTES DE LOS NIVELES DE EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA

Resulta peor que el 230 de 2002. En lugar de recoger el clamor generalizado en contra de la exigencia de promover el 95 % del estudiantado sin valorar en sus justas dimensiones si una parte de esta población alcanzo a superar los mínimos niveles de aprendizaje esperados; esta nueva norma, elude dicho clamor y por el contrario, busca profundizar la política neoliberal en educación. Se trata de un régimen legal que instaura la injerencia directa de los organismos
y las agencias internacionales de política educativa neoliberal en la educación colombiana a través de las pruebas internacionales y las pruebas censales; agencia por esta vía, el fin definitivo de la autonomía escolar, promueve la falsa idea de la autorresponsabilidad individual que desarticula el sistema educativo, legitima el control de los contenidos de la educación y la uniformización curricular, impone el modelo de competencias a través de la noción de desempeños definidos con arreglo a estándares básicos y prepara el terreno para avanzar en su idea de acreditación y desacreditación de las instituciones educativas.

El decreto 1290 de 2009, ofrece libertad a las instituciones educativas para que determinen
Su propia escala de valoración. Existen diversas opciones como el sistema de letras o el de números entre otras formas cualitativas que, hoy, las instituciones educativas son autónomas para determinar, pero siempre y cuando se establezca el proceso de equivalencia con la escala nacional, anteriormente descrita.
El código, el signo, el número, la letra u otro sistema de escala de valoración que determine la institución educativa, no puede convertirse en la única evidencia que da cuenta de los aprendizajes y avances de un ser humano.

Con cinismo y arrogancia, pretende hacer creer que con este decreto se avanza en autonomía. El establecer que las instituciones educativas crean sus sistemas institucionales de evaluación, su propia escala valorativa y los criterios para la promoción, no es garantía de la existencia de autonomía escolar. Por el contrario, se trata de una autonomía falsa, aparente, engañosa, que encubre lo que realmente sucede: que con esos criterios ambiguos se impide una verdadera autonomía escolar.
El verdadero riesgo del Decreto radica en la libertad que tendrán los establecimientos educativos de fijar el número de estudiantes que deben repetir el año. Diversos estudios internacionales y nacionales han comprobado que uno de los factores que influyen de manera significativa en la deserción estudiantil es la extra-edad. Si bajo esta nueva reglamentación aumenta demasiado la repitencia escolar, la probabilidad de que aumente la deserción estudiantil puede incrementarse también.

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